viernes, 19 de julio de 2013

Patina y Cotorrea: Amelia Brodka y Matthew Condon

Por JJ Gallo

Corría el día jueves 4 de Julio del año 2013 cuando inicio nuestro viaje a Ensenada. Hasta donde sabíamos, contaríamos con la presencia de Amelia Brodka y Matt Condon (Embajadores de la Fundación Poseiden, de California) en la tropical ciudad para esparcir el maravilloso germen del skateboarding.
La visita de estos jóvenes emprendedores básicamente se debía a que querían conocer la escena monopatinera y tratar de fomentarla de cualquier manera posible con una demostración pero se les ocurrió la magnífica idea de pasarles báscula a los jóvenes norteamericanos que frecuentan los mismos skateparks (YMCA principalmente) que ellos en la ciudad de San Diego, California (en los iunared para los que no cruzan). A como nos contaron la historia, comenzaron recolectando tablas, baleros, llantas, etc. que eran de su propiedad y de amigos cercanos cuando de pronto más gente curada se enteró y comenzaron a donar todo lo que les sobraba para rolarle a los compas de Ensenada que tienen muchas ganas de darle pero no mucho con qué.

Empezando el día en Ensenada. Hurvey Haskins, J.J. Gallo, Erick Bio y Amelia Brodka.

Como todos sabemos, el skateboarding es una adicción un tanto cara ya que mantener una patineta en buen estado requiere de gastos constantes y cuando uno está morro y no tiene ni para los cheetos de bolita pues está bien pesado poder traer una tabla buena y peor aún unas buenas bases. Todos los que tenemos tiempo en esto sabemos que nuestros compas siempre nos han apoyado rolándonos lo que les sobra o vendiéndonoslo bara cuando se hacen de algo nuevo, en lo personal me toco perrearla mucho tiempo patinando tablas que ni eran de mi medida pero tenía que hacer durar hasta que se convirtieran en calabaza, asi que ellos tomaron la iniciativa de pensar en esto y traer todas las tablas y partes donadas por patinadores que cambian de equipo como de calzones, por lo menos eso parecía ya que todo lo que trajeron estaba en muy buen estado.

 
Producto donado, incluía 50 tablas, 40 pares de bases y 30 pares de llantas.
Foto cortesía: Matt Condon

Pero bueno, volviendo a los hechos: Ya en ensenada, fuimos por nuestros amigos Estadounidenses al hotel en donde se estaban hospedando con el plan de ir a patinar al Skatepark de Punta Banda. Cuando llegamos tenían la cajuela de su vehículo abierta y pudimos ver la cantidad de tablas y partes que traían para donar, lo cual fue más increíble ver en persona que por el “feis”. Nos comentaban que comenzaron la colecta de donaciones y que de pronto apareció más gente de la que creyeron lo cual hizo mucho mejor su meta ya que terminaron con más para regalar que lo que esperaron, también, contaban con la presencia de Hurvey, el dueño de Prophecy Skateboards quien también aporto donaciones a la causa y se unió al demo. Después de esto, nos dirigimos al parque de Punta Banda sin plan alguno ya que no se trataba de un “evento” con música, micrófono ni confeti, sino de una patinada amena con la raza que fuera al parque lo cual me pareció muy bien ya que no se subieron a un pedestal a que la gente los adorara sino que fueron a hacer lo que estaban promoviendo: El Skateboarding.

Matt y Amelia entregando producto a todos, incluyendo papás que iban pasando.

Luego de patinar un rato se decidieron a abrir la cajuela y regalarle cosas a los morros que se veían motivados y ya hecho esto se comenzó a correr la voz y el parque poco a poco se fue llenando de morros patinándole “con todo” para que vieran que también hay potencial en Ensenada, lo cual prosiguió con la develación del producto que tenían y comenzaron a repartir todo lo que traían a como se fueran acercando los morros e intentaban satisfacer las necesidades de llantas, baleros y bases de los patinadores que más las necesitaban. Llego un punto en el que todos en el skatepark contaban con su tabla donada, lo cual fue muy gratificante ver ya que sabes que pueden estar tranquilos mínimo un mes más sin tener la preocupación de quedarse sin patinar por falta de “domingos” para comprarse una tabla.

Todos felices, todos contentos.

Pero como todo tiene sus pros y sus contras, no se hicieron esperar esta vez tampoco…todo mundo quería algo gratis, y ese no es el problema. El problema es cuando comienzan a llegar señoras, cholillos y hasta el camión del gas a tratar de agarrar cualquier cosa que este en desprevenido, lo cual puede llegar a ser molesto para los que están tratando de hacer una obra buena debido a que uno no sabe si estas personas de dudosa procedencia en realidad tienen un hijo que patina o solamente quieren el producto gratis para andarlo traqueteando por ahí, puede que nada de esto sea de nuestra incumbencia ya que se tratan de donaciones y el usuario final es el que decide qué hacer con ellas, pero gracias a este tipo de acciones otros morros que si patinan y llegaron ligeramente tarde no alcanzaron ni un tornillo; éste tipo de cosas, al igual que el clima, están fuera de nuestro control.

Al final llevaba todo un patín completo.

Después de la repartición en el skatepark de Punta Banda nos dirigimos a patinar un spot secreto del cual no puedo revelar nada más que patinamos buen rato relajados aislados de las “multitudes”. Finalmente terminamos en la punta de un cerro en una iglesia cristiana que cuenta con una “mini” muy buena en la cual nuestros amigos Norteamericanos nos mostraron sus habilidades dando muy buen espectáculo aunque esta vez sin más audiencia que nosotros mismos, tres niños en scooters y gente que iba en llegando a la iglesia. Al fin del día de eso se trata, de patinar para ti mismo y cotorrear con los que sigan el rollo.

Terminando en una mini.

Finalmente llegó la hora de partir y nos despedimos de ellos mientras amenazaban con volver ya que tomaron suficientes fotos para regresar con la prueba de que el cotorreo fue un éxito y seguir fomentando las donaciones de los hommies del “otro lado” para los hommies de este lado y volver el sábado 6 de Julio. 

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